Blog de orientación profesional La dimisión, una parte más del mundo laboral

Despedirse de una empresa puede ser una experiencia emotiva y, a veces, difícil, especialmente si has pasado mucho tiempo trabajando en ella. Sin embargo, es importante hacerlo correctamente para mantener una buena relación con la empresa y con tus compañeros y compañeras de trabajo.

En este artículo exploraremos las cinco claves para dejar un trabajo de la mejor forma posible.

Comunica la decisión a la empresa con anticipación

Lo primero que debes hacer una vez tomada la decisión de dejar el trabajo es hablar con la persona responsable de la gerencia. Además, es necesario comunicarlo oficialmente al departamento de Recursos Humanos, por escrito, y según los protocolos de la empresa. Es importante que esta notificación se haga con la suficiente antelación para que tengan tiempo de encontrar a una persona adecuada para reemplazarte; dos semanas es el margen usual.

Si bien algunas empresas no tendrán ningún problema si te vas antes, asegúrate de que están de acuerdo y que no les dejes en una situación difícil. Recuerda: una vez que avises de que te vas, ya no estarás. Es decir, aunque te queden jornadas laborales por hacer, la empresa ya se habrá hecho a la idea de que no cuenta contigo.

Agradece a tu equipo el tiempo y el trabajo que ha compartido

Durante tu tiempo en la empresa, es probable que hayas pasado muy buenos momentos (y otros más complejos), algo que seguro ha favorecido el establecimiento de vínculos de amistad, a veces muy cercanos.

Asegúrate de agradecer a tu equipo la ayuda y el apoyo a lo largo de los meses o años que haya trabajado juntos. También es importante dar las gracias a la persona de quien depende por la oportunidad de formar parte de la empresa y por todos los aprendizajes que te ha aportado la experiencia. Ésta es una ocasión excelente para dejar una buena impresión y establecer vínculos profesionales muy valiosos a largo plazo.

Déjalo todo en orden

Antes de partir, asegúrate de haber completado todas tus tareas y que todo esté en orden. Deja una nota para la persona que venga después de ti con instrucciones detalladas sobre tus responsabilidades y cualquier proyecto en el que hayas estado trabajando y que requiera traspaso, u ofrécete para acompañarla brevemente.

Recuerda asear y limpiar el espacio de trabajo, y devuelve cualquier objeto de la empresa que tengas.

Mantén el contacto

No subestimes el valor de mantener el contacto tu antiguo equipo de trabajo. Como hemos hablado en otras entradas del blog, la red de contactos profesionales es una herramienta clave en la búsqueda de empleo; por tanto, atesora los vínculos que has forjado durante tu experiencia laboral.

No hables mal de la empresa

La decisión de dimitir puede surgir por una gran variedad de motivos, uno de ellos puede ser una experiencia negativa en la empresa. Si te encontraras en esta situación, es recomendable evitar comentarios despectivos en todo el proceso (desde el aviso hasta después del abandono del puesto de trabajo). Puedes dar feedback a la empresa de lo que consideres mejorable, siempre con intención constructiva. Procura enfocarte en los aspectos positivos que te ha aportado y en las competencias que has podido desarrollar (en ocasiones, las experiencias negativas nos hacen mejorar la tolerancia al estrés, la resolución de conflictos o las habilidades sociales como la empatía ; ¡tenlo en cuenta!).

En conclusión, la dimisión es una experiencia común y compartida por la mayoría de personas trabajadoras y empresas. Aunque puede llevar muchos sentimientos negativos (como todos los períodos de cambio, dejar un trabajo puede ser un proceso angustioso), es importante que te des el espacio necesario para reflexionar y te vayas, si crees que es el más adecuado . Crecimiento profesional, un nuevo camino laboral, volver a estudiar… sea el motivo que sea, recuerda que todas las decisiones que tomas son parte de tu camino único. Si te estás planteando un cambio, ¡no dudes en pedirnos una sesión de orientación profesional!