Asesoramiento y elaboración de dietas personalizadas
Adaptación y diseño de dietas a medida en función de las características fisiológicas y los requerimientos nutricionales de cada individuo.
A consecuencia de los cambios en la composición corporal, la realización de ejercicio físico y las necesidades energéticas y nutricionales, las personas deben adaptar la alimentación a lo largo de su vida. Una alimentación saludable contribuye al bienestar y a una mejor calidad de vida, además de evitar o minimizar los procesos de estrés oxidativo que aparecen cuando las especies reactivas de oxígeno superan las defensas antioxidantes del organismo. El estrés oxidativo se encuentra íntimamente ligado a enfermedades cardiovasculares como ciertos tipos de cáncer, diabetes, obesidad y Alzheimer, entre otros.
La UIB dispone del equipo científico-técnico necesario para la realización de dietas personalizadas a partir de estudios fisiológicos y nutricionales individualizados, especialmente para deportistas. Cuando se realiza ejercicio físico intenso se generan más oxidantes elevando el riesgo de sufrir estrés oxidativo. Una dieta rica en antioxidantes es fundamental para contrarrestar su efecto.
Este servicio incluye:
- Análisis de la historia dietética: estudio de los hábitos alimentarios y de la ingesta alimentaria para detectar alteraciones en la dieta antes de que se manifiesten síntomas clínicos.
- Estudio del estado nutricional: indica si la ingesta, la absorción y la utilización de nutrientes son adecuados.
- Análisis del estado oxidativo, prooxidativo y antioxidante: determinación del contenido de antioxidantes en la dieta y estudios personalizados de los indicadores del estado oxidativo.
- Realización de medidas antropométricas: el peso, la altura y la circunferencia de brazos, muslos o caderas permiten estimar la composición corporal y detectar variaciones en el estado nutricional.
A consecuencia de los cambios en la composición corporal, la realización de ejercicio físico y las necesidades energéticas y nutricionales, las personas deben adaptar su alimentación a lo largo de su vida. Una alimentación saludable contribuye al bienestar y una mejor calidad de vida, además de aumentar las defensas antioxidantes del organismo.