Desarrollo de un nuevo método de refuerzo estructural para minimizar el efecto y reparar los daños estructurales que aparecen por la acción de fuerzas externas, como las grietas en vigas, columnas, etc.
Actualmente, existen dos tipos de refuerzos estructurales: los refuerzos pasivos, cuya finalidad es aumentar la seguridad estructural ante fuerzas que todavía no han ocurrido; y los refuerzos activos, que tratan de recuperar y aumentar la resistencia estructural cuando los daños ya se han producido en la estructura. Este método innovador utiliza un material con memoria de forma que se instala alrededor de la estructura a reforzar y se activa mediante el calor, manteniendo sus propiedades cuando el material se ha enfriado.
Esta invención puede ser útil en los casos en que la estructura puede estar expuesta a acontecimientos accidentales, tales como terremotos, explosiones, incendios, etc. y es aplicable tanto a elementos estructurales con fuerzas cortantes como a fuerzas de punzonamiento.
Actualmente, se ha concedido una patente española para proteger este método y se ha solicitado la extensión PCT. El grupo está interesado en transferir este conocimiento a empresas dedicadas a la industria de la ingeniería y construcción.