Blog de orientación profesional El síndrome del impostor: ¿qué es y cómo superarlo?

¿Alguna vez has pensado que tu trabajo no tiene tanto mérito como parece? ¿O crees que no mereces el éxito conseguido y que todo ha sido un golpe de suerte? ¿Quizás en algún momento has visto una oferta de trabajo y has pensado «me encantaría, pero yo no tengo la capacidad para poder hacer esto»? Si es así, podrías estar experimentando síntomas del síndrome del impostor.

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que nace de la creencia en no merecer el cargo que se ocupa y del miedo a no tener las habilidades necesarias, incluso en situaciones donde se ha demostrado su valía con logros académicos o laborales. Las personas que la padecen sienten que no están a la altura, que no son suficientemente buenas, competentes o capaces. Habitualmente sienten que son un fraude, que sus compañeros de trabajo son mejores profesionales y que acabarán descubriendo su inexperiencia.

Es especialmente frecuente en aquellos que buscan cambios o un nuevo trabajo. A menudo, en las sesiones de orientación, nos encontramos a personas que quieren dar un giro a su carrera profesional pero dudan de su experiencia y habilidades, y esto les paraliza a la hora de presentarse a ciertos puestos de trabajo; así, crean un autosabotaje que les impide conseguir los objetivos que desearían.

Según un estudio publicado en el International Journal of Behavorial Science, 7 de cada 10 personas experimentarán este síndrome alguna vez en su vida, especialmente mujeres. Ante esta realidad es importante detectar los síntomas y, sobre todo, poner en práctica estrategias para reducir su efecto.

Síntomas

  • Inseguridad: es la base de este fenómeno. Es habitual compararse con otras personas y pensar que ellos lo hacen mejor, tener falta de autoestima o no aceptar elogios o reconocimientos como propios.
  • Visión negativa y expectativas de fracaso: sentimientos de insuficiencia; se crean patrones de duda constante sobre las propias capacidades y, por tanto, se dejan pasar oportunidades laborales o promociones por temor a no ser capaz.
  • Miedos constantes: miedo a que dentro de tu entorno laboral vean que no eres tan competente como parece, el miedo a que se descubra la «verdad».
  • Falta de asertividad: debido a los miedos y la falta de autoestima, no eres capaz de expresar tus ideas o dar tu opinión de forma efectiva, no sólo con tus superiores sino también con tu equipo de trabajo .

Tener todas estas concepciones erróneas sobre ti mismo son perjudiciales no sólo para tu futuro laboral sino también para tu bienestar físico y mental. Por tanto, es importante detectarlas y buscar estrategias para combatir esta situación.

¿Qué podemos hacer para superar el síndrome del impostor?

  1. Centra tu atención en los hechos: cuando sientes que no eres eficiente o competente en tu trabajo, a menudo esa sensación se basa en los miedos y no en la realidad. Una buena forma de intentar reducir el síndrome es separar los sentimientos de los hechos. No podrás evitar crear historias, pero sí centrar tu atención en los hechos. Por ejemplo, si después de una reunión de equipo te sientes mal, intenta concentrarte en lo que realmente han dicho tus compañeros y no en lo que tú has percibido.
  2. También te ayudará a hacer una lista con lo que has conseguido. ¿Realmente crees que todo ha sido un golpe de suerte? Detente a pensar en aquellas ocasiones donde te han dicho algo positivo o que te han elogiado y tú no lo has valorado, pueden ser cuestiones profesionales o personales.
  3. No te compares con el resto: quizá sea una de las cosas más difíciles de hacer, ya que desde pequeños hemos crecido con la comparación de familiares, compañeros de clase, etc. Pero ésta es una de las causas de este síndrome, ya que cuando comparamos tendemos a magnificar los puntos débiles, potenciando así aún más nuestra inseguridad. Trate de centrarte en ti y no en el resto, ocupa tu tiempo en ver qué puedes hacer para conseguir tus objetivos independientemente de los demás. ¿Realmente serías tan crítico/a con los demás como lo eres contigo mismo/a?
  4. Reconoce y comparte tus emociones: es importante identificar y aceptar lo que sientes. El hecho de compartir estos sentimientos ya es una buena forma de reconocerlos y seguramente verás qué es un fenómeno bastante común, podrás sentirte acompañado sabiendo que no sólo tú te sientes así. Intenta encontrar este espacio de confianza con alguien de tu entorno al que poder explicárselo o pídenos una sesión de orientación.
  5. Detecta los errores falsos y replantéalo: nuestra forma de pensar tiene el poder de cambiar nuestra realidad, y si a menudo tu voz interior es negativa, tendrá un impacto perjudicial en tus emociones y conductas. Trate de controlar esta autopercepción distorsionada, modifica los pensamientos y someterlos a una evaluación realista. Por ejemplo, cuando cometas un error en el trabajo, seas capaz de decirte «este no ha sido mi trabajo más acertado, pero me ayudará a que la próxima vez sea mejor». Cuando replantees tu diálogo interno, reconfiguras tu cerebro para obtener más apoyo. Recuerda que tus errores no te determinan ni tampoco quitan valor a tus logros.

Si estás pasando por un episodio de ansiedad o inseguridad laboral, o te sientes reflejado/a con esta situación, intenta poner en marcha estas estrategias para intentar reducir el impacto emocional en tu día a día, y recuerda que también puedes disponer de un acompañamiento profesional pidiendo una sesión gratuita en nuestro Servicio de Orientación.

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